Arrepentimiento, Remordimiento, Culpa, Vergüenza y Auto Perdón

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La mayoría de nosotros hicimos cosas que luego lamentamos. Tal vez hablamos con alguien con dureza, fuimos desagradables o hostiles sin una causa. O tomamos algo que no nos pertenecía o codiciamos algo que pertenecía a otro. Tal vez difundimos chismes sobre otra persona. Podría ser que hicimos daño grave a alguien, o traicionamos a quien confiaba en nosotros, y ahora somos torturados por la culpa y la vergüenza.

Generalmente, tratamos de convencernos de que la otra persona merecía el daño hicimos. Queremos justificar nuestro comportamiento incorrecto y estamos dispuestos a creer cualquier cosa que podamos encontrar sobre la otra persona para hacerla “mala” o “incorrecta”. Hacemos esto incluso cuando en nuestro corazón sabemos que lo que hicimos estuvo mal. Tarde o temprano nuestro sentido natural de justicia y equidad se impone y nos sentimos culpables y avergonzados por lo que hicimos.

La culpa y la vergüenza pueden ser muy útiles para ayudarnos a retomar el camino y ayudarnos a ir en la dirección correcta indicada por nuestra brújula moral interna. Sin embargo, cuando es en exceso, la culpa y la vergüenza pueden ser contraproducentes y paralizar nuestra capacidad de llevar una vida útil.

Cuando hacemos daño, significa que estamos atrapados en nuestras propias necesidades, deseos y propias percepciones. Nos volvemos absortos en nosotros mismos y debido a esto dañamos a otros. Un exceso de culpa y vergüenza puede perpetuar el problema de estar demasiado absorto en uno mismo. Ellos también pueden hacer que nos enfoquemos demasiado en nosotros mismos y nos preocupemos por nuestro futuro y destino.

La culpa y la vergüenza son muy útiles si nos obligan a buscar formas de reparar el daño que hemos hecho y para evitar causar más daños futuros. Son útiles si nos ayudan a dejar de ser egocéntricos y demasiado preocupados por nosotros. Sin embargo, la culpa y la vergüenza no son útiles cuando nos hacen obsesionarnos con nosotros mismos.

Llega un momento en el que necesitamos darnos cuenta de la importancia de perdonarnos Debemos ser conscientes de que cuando nos perdonamos, todos los que nos rodean se benefician. El auto perdón incluirá naturalmente una forma apropiada de hacer las paces con los demás, si eso es posible y necesario. El perdonarnos nos ayudará a sentirnos más amables y considerados con otros y menos duros y rápidos de juzgar.

Cuando vivimos en una nube de auto-culpa, auto-juicio y auto-asco, una cosa se vuelve muy obvia. Es todo sobre el “yo”. Este es un comportamiento egoísta. Es nuestro deber con la sociedad perdonarnos, hacer las paces lo mejor que podamos y seguir adelante. El perdón es una de las cosas más generosas que puedes hacer, ya que todos los que te rodean se benefician. Se benefician del corazón cálido y la mente amable que el auto perdón ayuda a crear en ti.

William Fergus Martin, Nuestro Fundador.